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jueves, 4 de marzo de 2010

Una historia diferente

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Quizás no te interese la historia en general. Ni siquiera la historia en particular.
A lo mejor tengas curiosidad por saber algo más de gastronomía.
Pero seguro que alguna vez has bebido un té caliente, o un café expreso, o una cerveza bien fría, o una copa de vino, o un chupito de licor o una coca-cola.


Pues bien, esta Historia del mundo en seis tragos contentará a cualquiera de vosotros: bebedores, mentes curiosas, amantes de la historia o inquietos por la gastronomía.

Tom Standage dedica cada una de las partes en que está divido este libro a una bebida, y con ellas va trazando una completa historia del mundo y la gastronomía, desde La cerveza en Mesopotamia y Egipto hasta La Coca-Cola y el auge de Estados Unidos.

Da cuenta de los orígenes, la producción, la expansión y el consumo de cada una de las bebidas, y su escritura es rigurosa, exhaustiva pero amena.

También nos descubre otras bebidas de las que no hemos llegado a tener noticias o se convirtieron en otras, como ocurrió con un licor elaborado con brandy de caña, "conocida como kill-devil (matadiablo) y que era infinitamente fuerte, pero no muy agradable al paladar"; o el llamado "grog", ron rebajado con agua que bebían los marineros del Caribe para suplir la falta de cerveza.

A una persona como yo, que es amante de la lectura pero poco de la "historia en bruto" ( lo reconozco, era la asignatura que se me atragantaba en el instituto), le gusta encontrar un buen libro de historia, con algún toque literario, que aporte información rigurosa pero también detalles anecdóticos e incluso divertidos. Pues esta Historia del mundo cumple con todos estos requisitos y ofrece episodios tan fabulosos como éstos:

"A medida que el café se iba introduciendo a lo largo y ancho del mundo árabe -en 1510 ya había llegado a La Meca y El Cairo-, la naturaleza exacta de sus efectos físicos se convirtió en materia de controversia.[...] El gobernador local, un personaje llamado Jair Beg, que era responsable de mantener la moralidad pública, sometió a juicio, literalmente, al café. Reunió a un consejo de expertos legales y sentó ante ellos al acusado: un gran recipiente de café."

"Hacer una cervecería" y "sentarse en la cervecería" eran expresiones populares egipcias que significaban "pasárselo bien" o "estar de juerga", mientras que la expresión sumeria "servir la cerveza" hacía referencia a un banquete o festín de celebración, y las visitas formales del rey a los hogares de los altos funcionarios para recibir tributo se registraban como "cuando el rey bebió cerveza en la casa de x".

En cualquier caso, devotos de la cerveza, adictos al café, aficionados al ron, consumidores compulsivos de té... siempre podréis acoger este libro en vuestros estantes sólo porque dedica un capítulo a vuestra bebida favorita.

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